Un tema como cualquier otro, salvo que mas importante. Hace mas de 4.000 años los cretenses ya aplicaban en el palacio real de Cnossos una especie de inodoro. Constaba de una cisterna, tazal y canal de desagüe, pero el progreso de la redes fue lento. Solo hace dos siglos que las cloacas sirven a domicilio privados. Durante cuatro milenios los orinales eran volcados a la calle, previo aviso.
Los próceres del higiénico cambio fueron : Sobre todo el ingles John Harington (poeta), quien en 1597 desarrollo el water closet de válvula, que bautizo Ajax y fue instalado en el palacio de Isabel I en Richmond. En 1775 John Cummins patentó un w.c. de cisterna, perfeccionado en 1778 por Samuel Prosse con su válvula esférica. Setenta años después, en virtud del acta de Salud Pública inglesa, se obligó a instalar en todas las casas que se construyeran un servicio de inodoro. Hacia 1890 ya había triunfado en toda Europa.
El artefacto ha recibido en el mundo todo tipo de denominaciones, a menudo extendidas al local en que se instala. Los campesinos ingleses siguieron llamándolo john, en homenaje al poeta inglés, John Harington que indudablemente fue su precursor.
Erasmo de Rotterdam, el erudito humanista del siglo XVI, que escribió uno de los primeros libros de etiqueta de la historia, nos aporta algunas de las primeras normas escritas de conducta para el “cuarto de baño” y las funciones corporales. Nos advierte que “es descortés saludar a alguien mientras esté orinando o defecando”, y usa lo que se refiere a soltar ventosidades recomienda que se “disimule con una tos el estruendo explosivo... Sígase la ley de sustituir los pedos por toses”.
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